La cultura escolar determina o es construida desde la escuela
La cultura escolar la podemos definir
como el conjunto de valores, costumbres, hábitos, creencias, rituales que son
propios y únicos dentro de un grupo. Por esto es la importancia de tomar en
cuenta y comprender estos factores como la clave para realizar cambios en la
escuela, la razón: es que la cultura escolar y sus particulares son el núcleo
para realizar un proceso de internalización y creación de nuevos significados
de la innovación.
"La cultura escolar, por el papel de
conformidad y seguridad que aporta al grupo, se ha considerado como uno de los
principales factores de resistencia al cambio; introducir cambios en educación
va a significar considerar la escuela ( Escudero y Bolívar, 1994) como unidad
básica del cambio".
Respecto a los cambios fundamentales en los centros escolares deben incidir en la cultura escolar como factor resistente y al tiempo promotor de su desarrollo. si la cultura escolar, por el papel de conformidad y seguridad, se considera como una de las principales razones de resistencia al cambio; introducir cambios en la educación va a significar considerar la escuela como unidad básica del cambio (Escudero y Bolívar, 1994).
Por lo tanto, el tomar la cultura
escolar como núcleo para el cambio, se tienen que priorizar los valores, modos
de trabajo y expectativas compartidas sobre la acción diaria. Teniendo en
cuenta que cualquier forma educativa impuesta externamente, si quiere ser
exitosa, tiene que ser reconstruida por el centro escolar con base a sus
prioridades para provocar un desarrollo organizativo o institucional de los
centros escolares.
De esta manera se entiende por cambio
curricular a la “alteración de la practica existente hacia una practica nueva o
revisada (implicando potencialmente alguno de estos elementos: materiales, enseñanza,
creencias) en orden a obtener ciertos resultados deseados en el aprendizaje de
los alumnos” (Fullan, 1987:198).
Es decir, que un cambio curricular
siempre implicara cambios en la cultura escolar. Dicho que el cambio curricular
es un proceso complejo, se deben involucrar a los miembros en dinámicas de
trabajo y compromisos que capaciten al centro para renovarse. La resistencia al
cambio incluye acciones del estado mental y dependerán del carácter de normas
con las que se quiere innovar. Para que verdaderamente exista un cambio se debe
dar una internalización y asunción de las nuevas definiciones de lo que es y se
deba de hacer.
Además, la cultura escolar es
considerada tradicionalmente como conservadora y ese es uno de los principales
factores por los que se resiste al cambio. “El conflicto es esencial para que
los esfuerzos de cambio tengan éxito” (Fullan, 1993:27).
Por otra parte, un cambio cultural
incide en los elementos que condicionan la cultura, al igual que la transformación
de la identidad propia de la organización. Esto indica que para que se lleve a
cabo un cambio escolar se tienen que implicar todos los elementos de dicha
organización. Esto conlleva que se implementen nuevos valores, creencias y
acciones asentadas firmemente, ofreciendo oportunidades que dejen emplear los
conocimientos y habilidades, percibiendo las ventajas, mejorando la posición.
Se tiene que hacer notar que un centro escolar esta conformado por la estructura formal, por como los integrantes construyen, piensan y hacen cotidianamente la escuela, por lo que cualquier propuesta de cambio implica una reconstrucción cultural del mismo.
Para concluir podemos decir que cuando la cultura escolar es sólida, los profesores y alumnos tienen mas incentivos para luchar por alcanzar su máximo potencial. Esto debido a que su moral y satisfacción aumentan a medida que florece la cultura escolar. Los maestros motivados son mas susceptibles a adaptar sus enfoques a las necesidades individuales de aprendizaje de los alumnos, están mejor preparados para guiarlos a la excelencia. De igual manera el cambio curricular se lleva a cabo para beneficio de la institución educativa y para cada uno de sus miembros.
Referencia
bibliográfica
Bolívar, A. (1996). Cultura escolar y cambio curricular. Bordón,
48 (2), 169-177.











